La limpieza facial es el primer paso para restablecer la salud de la piel. Este tratamiento ayuda a eliminar impurezas, las células muertas superficiales, limpiar poros y revitalizar la piel.
Cada día sobre la piel se acumulan secreciones naturales como el sebo y el sudor, productos cosméticos y sustancias producto de la contaminación ambiental (bacterias, polvo, humo de cigarrillos y de los vehículos), alterando el buen funcionamiento de la piel. Por ello es recomendable cada mes realizarse una limpieza facial completa y profunda.
¿En que consiste?
Consiste en limpiar la superficie de la piel del rostro con la ayuda de productos específicos, siempre seleccionados en función del tipo de piel (seca, mixta o grasa).
Beneficios
- Permite oxigenar la piel.
- Se realiza extracción de impurezas de forma segura sin ocasionar daño a la piel.
- Garantiza una mejor penetración de los productos que el paciente aplique en casa.
- Procedimiento básico que ayuda a prevenir los primeros signos del envejecimiento.
- Coadyuvante de otros tratamientos antiacné.