Este tratamiento ayuda a eliminar impurezas, las células muertas superficiales, limpiar poros y revitalizar la piel.
Cada día sobre la piel se acumulan secreciones naturales como el sebo y el sudor, productos cosméticos y sustancias producto de la contaminación ambiental (bacterias, polvo, humo de cigarrillos y de los vehículos), alterando el buen funcionamiento de la piel. Por ello es recomendable cada mes realizarse una limpieza facial completa y profunda.
Consiste en limpiar la superficie de la piel del rostro con la ayuda de productos específicos, siempre seleccionados en función del tipo de piel (seca, mixta o grasa).